J. Parvino, Bridgeville, Pensilvania Primero, es mucho más fácil si tienes contenedores separados para cada tipo de ropa. Esto podría parecer un cesto dividido en compartimentos. Luego, divide tu ropa en los siguientes grupos: jeans, oscuros, claros, blancos, delicados y excepciones. Para aclarar, los blancos son cualquier cosa de color blanco que pueda soportar la agitación y el agua caliente. Mientras tanto, las prendas delicadas pueden incluir sujetadores, medias de nailon, prendas de seda o cualquier cosa con lentejuelas. Y las “excepciones” serían cualquier elemento de cualquiera de estos otros cinco grupos que tengan una mancha. Deberá tratar previamente esas manchas antes de lavarlas para obtener mejores resultados. Además, asegúrate de separar la ropa con manchas para un tratamiento especial previo al lavado. De esta manera, la ropa con manchas difíciles de café, arándanos o hierba se puede poner en soluciones de limpieza especiales antes del lavado regular. Ahora, si bien ese es el plan básico que facilita la clasificación de la ropa, hay más cosas a considerar. Por ejemplo, no querrás lavar un suéter borroso con pana, incluso si ambos son oscuros. El suéter podría derramarse sobre los pantalones, entonces tendrás un desastre. Además, si lava prendas gruesas y pesadas con prendas finas y ligeras, sus prendas transparentes podrían dañarse. O si tienes algo muy grasiento y sucio, mezclarlo con otra ropa podría esparcir la suciedad. En conclusión, si obtienes mucha transferencia de tinte entre prendas, es posible que debas verificar una cosa más. Verifica que estés utilizando la temperatura adecuada para cada tipo y color de ropa. La ropa oscura no filtrará tanto el tinte si la lavas con agua fría. Y las prendas blancas, si no son delicadas, se verán más brillantes después de un buen lavado caliente. Espero que estos consejos te ayuden a resolver cualquier problema de lavado en el futuro.